Pensamiento hecho escritura. Todo lo que pienso lo estoy escribiendo, pero entonces, estoy materializando algo intangible y en consecuencia, estoy dejando aquí una parte de mí, algo que podría permanecer eterno. Algo quizás eternamente olvidado.
Quizás es tan efímero que solo es una recreación dentro de una recreación que ocurrió hace miles de años y gracias al estiramiento del tiempo sigue vigente. Quizás seamos una galaxia que está en el cinturón de orión, orión es un gato y el cinturón es un collar. Cosas más idiotas se han visto.
Sin ir más lejos cambiamos nuestro tiempo, que es de valor incalculable, por unos papeles de colores que llaman dinero y que no se puede comer, pero que luego lo intercambiamos por otras cosas que tampoco se pueden comer, pero sí ayudan a algo, a ser nuestros propios esclavos porque es lo que hay que hacer, es lo que toca.
Trabajo, familia y religión. Así es y así será, pero cada vez más estúpido, como echar un euro para que una vela de fuego eléctrico se encienda o que una máquina revise si nuestro trabajo está bien hecho o que nuestros padres nos sigan limitando mentalmente así como ellos fueron limitados, sin ninguna acritud desde luego.
Volverá a haber otra guerra, volverá otra enfermedad, volverá otra crisis, volverá otro escándalo político, volverán a subir los precios, volverán los pantalones de campana, volverán a no ser respetados los mayores, se volverán a quedar sin trabajo los jóvenes, volverá otra discusión sobre el pasado que ya no existe y volverá otra pelea por un futuro incierto.
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